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¿Cómo van los esfuerzos por electrificar los autobuses escolares para que nuestros jóvenes no estén expuestos a los nocivos gases de escape?

Will Durk, Waterbury, CT

Más de 21 millones de niños viajan en autobús escolar cada día, lo que convierte al transporte de estudiantes en el mayor sistema de transporte de masas de Estados Unidos. Alrededor del 90% de estos autobuses funcionan con gasóleo, un conocido carcinógeno con graves consecuencias para la salud pública y el medio ambiente. Se ha relacionado directamente la contaminación por humos diésel con el aumento del asma y la reducción del desarrollo cognitivo de los niños, lo que afecta en exceso a las comunidades con rentas bajas. Dice Jessica Keithan, cofundadora y directora del Proyecto de Autobuses Escolares Eléctricos de Texas: «Estamos envenenando a nuestros hijos de camino al colegio». 

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Afortunadamente, grupos de defensa de todo EE.UU. han dado grandes pasos para abordar la electrificación de los autobuses escolares, desde implicar a las comunidades desfavorecidas y educar a los responsables políticos hasta trabajar con los distritos escolares en esta cuestión, y propiciar la adopción de medidas. 

El gobierno estadounidense ha realizado importantes inversiones para ayudar a los distritos escolares en la transición a la electricidad. A través de la Ley de Inversión en Infraestructuras y Empleo promulgada en 2021, la administración Biden-Harris creó el Programa de Autobuses Escolares Limpios, un programa de subvenciones de 5.000 millones de dólares financiado por la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) para sustituir los autobuses diésel por vehículos eléctricos sin emisiones de gases de escape. Hasta la fecha, este programa ha integrado con éxito más de 12.000 autobuses eléctricos en distritos escolares de todo el país. 

Además de esta notable inversión, los estados de todo el país han aprobado sus propias leyes para sustituir las flotas de autobuses escolares diésel por eléctricos. California, Nueva York e Illinois lideran la «carga».

Hay obstáculos inherentes a la electrificación masiva de los autobuses escolares. Más de 800 distritos escolares tienen al menos un autobús escolar eléctrico en servicio, pero muchos simplemente no tienen el presupuesto disponible para comprometerse a más. Según el informe de la mayoría de la Cámara de Representantes de EE.UU. en el que se examina el programa de autobuses escolares limpios de la EPA, el ahorro a largo plazo en el mantenimiento del combustible apenas compensa la inversión inicial en autobuses escolares eléctricos, cuyo coste se estima en 350.000 dólares por autobús, además de la inversión necesaria en una infraestructura de carga. El programa de la EPA ayuda enormemente a los distritos, pero sólo estará vigente hasta 2026 o cuando se agoten los 5.000 millones de dólares. Además, la política detrás de ir eléctrico podría reducir las oportunidades de financiación en función de quién está en la Casa Blanca el próximo año. «Si Trump es elegido, el hecho es que perderíamos esta financiación«, dice Leah Stokes, profesora asociada de la Universidad de California en Santa Bárbara».

Con o sin financiación, la electrificación de los autobuses escolares debe ser más asequible. El paso del diésel a la electricidad sólo se producirá cuando los dirigentes de todos los niveles lo entiendan y lo apoyen.

CONTACTO

• Iniciativa de Autobuses Escolares Eléctricos, https://electricschoolbusinitiative.org.

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