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¿Cuál es la situación de la mariposa monarca en EE.UU. y está catalogada como amenazada o en peligro?

M. Smith, Raleigh, NC

La mariposa monarca, conocida por su sobrecogedora migración a través de Norteamérica, se ha convertido en un símbolo tanto de maravilla ecológica como de declive medioambiental. Su número, antaño abundante en todo el continente, ha caído en picado en las últimas décadas, lo que suscita preocupación por la supervivencia de la especie a largo plazo. 

En 2014, el Centro para la Diversidad Biológica (CBD), un destacado grupo conservacionista, solicitó al Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (FWS) que incluyera a la monarca en la lista de especies «amenazadas.» El FWS inició una revisión del estado de la mariposa, concluyendo seis años después que la inclusión en la lista estaba justificada, aunque otras especies tenían prioridad. En 2022, el CBD presentó una demanda federal y consiguió un acuerdo por el que se instaba al gobierno a decidir si incluía a la monarca en la lista a finales de 2024, algo que el FSW hizo en diciembre, concediendo finalmente el estatus de «amenazada» a la especie.

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La población oriental de la monarca, que migra desde EE.UU. y Canadá hasta el centro de México para pasar el invierno, ha experimentado un asombroso descenso del 80% en los últimos 20 años, debido en gran parte a la pérdida de hábitat, especialmente a la destrucción del algodoncillo, única fuente de alimento para las larvas de la monarca. El uso generalizado de herbicidas y pesticidas mata tanto el algodoncillo como otras plantas beneficiosas para los polinizadores. El clima está agravando el problema al alterar la disponibilidad de hábitats adecuados, lo que afecta a los patrones de migración. La población occidental de la monarca, que migra a lo largo de la costa oeste de EE.UU. para invernar en California, también ha sufrido un drástico declive. El FWS aún no la ha incluido en la lista de especies amenazadas o en peligro de extinción, pero la monarca occidental sigue estando en grave peligro, y algunas estimaciones apuntan a un declive del 99% desde la década de 1980.

Estar en la lista de especies «amenazadas» significa que, aunque las monarcas aún no están en peligro inmediato de extinción, sus poblaciones corren un riesgo importante. Esta situación ha llevado a las agencias federales a dar prioridad a la conservación de la monarca, lo que ha dado lugar a una serie de iniciativas destinadas a detener o invertir el declive. El FWS ha creado un plan de recuperación que incluye la restauración de los hábitats migratorios y de cría, la reducción del uso de pesticidas y la concienciación pública sobre la importancia de las monarcas y los polinizadores en general.

A pesar del reconocimiento oficial del problema y de las medidas adoptadas, la destrucción del hábitat continúa a un ritmo alarmante, agravada por la tala de árboles y la expansión urbana. En respuesta, las agencias gubernamentales y de conservación y los investigadores están trabajando para restaurar los hábitats de las monarcas y promover la plantación de algodoncillo.

Todos podemos contribuir a ayudar a las monarcas. Los lectores pueden ayudar plantando algodoncillo en su jardín, patio trasero o espacio comunitario. También puede reducir el uso de pesticidas en su jardín y elegir prácticas de jardinería ecológica. Apoyar a las organizaciones que trabajan para proteger los hábitats de las monarcas y abogar por políticas que protejan a los polinizadores y conciencien sobre su declive también puede generar un cambio más amplio.

CONTACTOS

• FSW, https://www.fws.gov/initiative/pollinators/monarchs
• Monarch Watch, https://www.monarchwatch.org
• Monarch Joint Venture, https://monarchjointventure.org.

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