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¿Cómo frustran las empresas petroleras y gasísticas los esfuerzos de los activistas climáticos?

J.L., por correo electrónico

En los últimos años, muchos activistas climáticos han protestado contra las empresas petroleras y gasísticas por su papel en el agravamiento del cambio climático, entre otras cosas. Entre los ejemplos recientes se encuentran las omnipresentes protestas «Just Stop Oil», que han aparecido desde el Museo del Louvre hasta la Isla de Pascua. Las empresas petroleras y gasísticas defienden sus acciones como necesarias para la seguridad energética, pero sus detractores las acusan de socavar el progreso climático.

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Una de las formas en que las empresas energéticas luchan contra los activistas climáticos es mediante el lobbying. Según Open Secrets, desde el año 2000 se han gastado más de 2000 millones de dólares en lobbying en Estados Unidos, lo que pone de relieve el enorme papel que desempeña el lobbying y la frecuencia con la que cambian las políticas. En este sentido, muchos grupos de presión de los combustibles fósiles se coordinan con los legisladores para impulsar leyes que desincentivan el activismo climático, con algunas leyes contra las protestas que conllevan penas de hasta 10 años.

Otra forma en que las empresas energéticas luchan contra el activismo climático es financiando investigaciones para moldear la opinión pública. Durante décadas, la gente ha conocido los efectos perjudiciales que las empresas energéticas tienen sobre el medio ambiente. En un intento por retrasar la adopción de medidas, ExxonMobil y otras empresas han difundido información errónea como «el clima ha cambiado de forma natural en el pasado, por lo que el cambio climático actual debe ser natural». En otro ejemplo, el Heartland Institute, un think tank defensor del libre mercado, envió paquetes a 25 000 profesores de ciencias cada semana. El paquete contenía un libro escrito por la organización titulado «Por qué los científicos discrepan sobre el calentamiento global» y un DVD con un vídeo que rechazaba el papel de los seres humanos en la crisis climática.

Estas empresas también utilizan demandas y estrategias legales para intimidar a sus detractores. Un ejemplo es el caso de Chevron, que en 2011 fue declarada culpable de verter a sabiendas residuos y productos químicos cancerígenos en el norte de la Amazonía ecuatoriana. A pesar de la victoria inicial de los indígenas y los amazónicos, la decisión fue anulada siete años después en un tribunal de arbitraje, donde muchos creyeron que Chevron utilizó su dominio financiero en su beneficio. A día de hoy, Chevron aún no ha indemnizado a Ecuador por los daños irreparables causados hace años. Aunque la empresa parece haber salido impune, todavía hay personas que exigen justicia a Chevron.

Con el creciente sentimiento ecologista en todo el mundo, cada vez más personas se suman a los movimientos para sacar a la luz la cruda realidad de las empresas petroleras y gasísticas. La próxima vez que repostes en una gasolinera, piensa de dónde viene ese combustible. ¿Qué historia se esconde tras la fachada multimillonaria que las empresas mantienen para garantizar un negocio lucrativo? Casos como el del Heartland Institute ponen de manifiesto hasta dónde está dispuesta a llegar la industria para mantener sus operaciones, por lo que es fundamental que los ciudadanos y los consumidores se mantengan informados.

CONTACTOS

• Estas tácticas de la industria de los combustibles fósiles están alimentando el retroceso democrático, americanprogress.org/article/these-fossil-fuel-industry-tactics-are-fueling-democratic-backsliding/
• Los delitos medioambientales de Chevron: 13 años de evasión y escalada, amazonwatch.org/news/2024/0214-chevrons-environmental-crimes-13-years-of-evasion-and-escalation;;

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